domingo, 14 de junio de 2015

Día 8 - 14 de junio: el Japón que no te esperas

Nuestro plan para hoy es conocer los alpes japoneses visitando Kamikochi, un paraje que está en la prefectura de Nagano (Nagano es conocido por haber albergado los juegos olímpicos de invierno de 1998).

Para llegar a Kamikochi no hay tren, ni buses directos, sino que teníamos que hacer un trasbordo. Lo primero ha sido comprar el billete y enterarnos bien del tema del trasbordo, el andén, etc. Luego hemos decidido ir a nuestro supermercado de confianza (el Family Mart) para pillarnos el desayuno (las bolas de arroz rellenas de ternera, que al parecer son típicas de aquí y las hay de varios colores: a partir de ahora se va a convertir en nuestro desayuno yakatanense), también hemos aprovechado para comprar la bebida  y la comida para la excursión porque no sabíamos que nos íbamos a encontrar.

DSC09534DSC09537DSC09538

Kamikochi no está muy lejos en cuanto a kilométros, pero las carreteras son de montaña, así que el viaje ha durado en total con el trasbordo 1 hora y media. Aunque nosotros hemos tardado un poco más porque hemos tenido mala suerte y hemos perdido el bus que conectaba. El primer trasbordo lo hemos hecho en Hirayi Onsen, hasta aquí todavía se veían muchos pueblos, arrozales, invernaderos y, en definitiva, civilización. Como hemos perdido el bus del trasbordo, debido a su exquisita puntualidad, hemos tenido que hacer tiempo durante medía hora en una tienda pero la verdad es que nos ha servido para curiosear todas las cosas que venden, especialmente de comer, como los kitkat que se utilizan para meterlos dentro de un sandwich ¿? (ver foto) (en un anuncio de la tele también vimos otro tipo de kitkat de tarta de queso que se tenía que meter dentro del microondas)…

DSC09546DSC09544DSC09547

El trayecto del segundo bus sólo ha durado medía hora y a partir de aquí si que ya no se veían casas, sólo unos paisajes de montaña increíbles. Aquí las montañas son casi verticales y tienen muy bien preparadas las carreteras,  con túneles y con muros de protección de hormigón contra desprendimientos.

DSC09551DSC09553

Quizá se me ha olvidado explicar al principio porque había que ir en bus a Kamikochi. Resulta que es un sitio (porque no es un pueblo) que está cerrado al tráfico entre 15 de noviembre al 22 de abril. Esta cerrado al tráfico de coches para evitar el impacto negativo que esto puede tener sobre el medio ambiente (y para evitar que domingueros se despeñen por los desfiladeros, porque hay unas curvas…). Por eso sólo se puede acceder en bus o en taxi.

Parecía el típico sitio de domingueros montañeros y nos temiamos lo peor: hordas y hordas de gente, pero la verdad es que no estaba tan concurrido. Eso sí, había muchisimo abuelete: eso parecía cocoon, pero ¡los tios están super en forma e iban muy preparados! En cuanto al tiempo, nos ha hecho un día perfecto: temperatura en torno a los 20º, soleado y a veces algo nuboso, lo justo para no sudar la gota gorda.

DSC09554DSC09558

Kamikochi básicamente se compone de una terminal de autobuses con tienda y bares (en este punto hay que reconocer que parecen Españoles), de la que parten varías rutas. Nosotros hemos intentado abarcar el máximo posible, para lo cual nos hemos hecho una ruta circular que nos ha llevado alrededor de 3,5 horas, unos 12 km. Obviamente lo ideal hubiera sido poder subir a alguno de los picos y haber hecho una ruta más larga, pero es que para eso necesitabas mucho más tiempo y tampoco ibamos preparado para hacer una ruta de alta montaña (Kamikochi está a 1500 m pero los picos que lo circundaban tenían 2500-3000 m). Total, que hemos ido desde la terminal del bus hasta el puente de Myojin y de ahí hemos vuelto por la orilla opuesta al rio hasta el puente de Kappa y de ahí hasta el Taisho pond y medía vuelta.

DSC09569DSC09563DSC09582DSC09580DSC09596DSC09603DSC09623DSC09622DSC09645DSC09647DSC09648DSC09658DSC09667DSC09671DSC09680DSC09678

Es un lugar increíble. Tiene uno de los paisajes más espectaculares y que menos te puedes esperar de Japón, quizá porque lo que te más te venden es la vorágine de Tokio y los templos de Kyoto. Esta rodeado de picos nevados de 2500 - 3000 metros, con volcanes activos algunos de ellos (hay uno que echa vapor y que entro en erupción creo recordar que en los años sesenta). Tiene unos arroyos de aguas cristalinas y algunas zonas estancadas donde las aguas son rojizas por la acumulación de sales de hierro y manganeso. Como era junio estaba todo verde y florido. Había helechos, diversos tipos de sauces, tejos, acer palmatum, avellanos… y otra serie de especies cuyo nombre desconocemos. ¡Ah! y también nos encontramos con monos por el camino… Los senderos estaban en perfecto estado, muy señalizado, todo llanito… Vamos: que nos hemos cansado menos hoy que cualquier otro día de Tokio y eso que íbamos contrarreloj porque el último bus salía a las 17.00 y no queríamos apurar tanto.

A la vuelta a Takayama hemos optado por descansar un poco en el hotel e irnos otra vez a dar un paseo por la ciudad y cenar algo. Sobretodo íbamos buscando una pagoda que estaba en el plano pero no habíamos conseguido verla todavía. Por fin la vimos. Resulta que estaba casi al lado del hotel ¡!. Es la única pagoda de la región de Hida y tiene 3 pisos. Data del s.XVI, pero parte se destruyo por unos vientos (supongo que tifones, huracanes o algo similar), así que la reconstrucción data del s. XVIII.

En resumidas cuentas, nos ha encantado Kamikochi y también Takayama. Nos alegramos de habernos desviado un poco para poder disfrutar de la naturaleza y el medio rural japonés.

CURIOSIDADES

  • ¡No hay papeleras! Es imposible encontrar una papelera en Japón. Pobre de ti como te compres un helado y luego quieras tirar el envoltorio ¡ay amigo! te lo tienes que llevar a casa…. Eso sí, las calles están limpísimas, impolutas. Incluso en el lugar con mayor aglomeración de gente como Akihabara en Tokio, todo estaba limpio y nadie te daba papeles de publicidad por la calle. Así que la excusa esa tan española de como no hay suficientes papeleras las calles están llenas de papeles no vale.